Lunes, 26 de Mayo de 2008 VIII Semana del Tiempo Ordinario
Santoral
San Felipe nació en Florencia, Italia, en 1515. Su padre se llamaba Francisco Neri. Desde pequeño demostraba tal alegría y tan grande bondad, que la gente lo llamaba "Felipín el bueno". En su juventud dejó fama de amabilidad y alegría entre sus compañeros y amigos. Habiendo quedado huérfano de madre, lo envió su padre a casa de un tío muy rico, el cual planeaba dejarlo heredero de todos sus bienes. Pero allá Felipe se dio cuenta de que las riquezas le podían impedir el dedicarse a Dios, y un día tuvo lo que él llamó su primera "conversión". Y consistió en que se alejó de la casa del riquísimo tío y se fue para Roma llevando únicamente la ropa que llevaba puesta. En adelante quería confiar solamente en Dios y no en riquezas o familiares pudientes.
Felipe había recibido de Dios el don de la alegría y de amabilidad. Como era tan simpático en su modo de tratar a la gente, fácilmente se hacía amigo de obreros, de empleados, de vendedores y niños de la calle y empezaba a hablarles del alma, de Dios y de la salvación. Una de sus preguntas más frecuentes era esta: "amigo ¿y cuándo vamos a empezar a volvernos mejores?". Si la persona le demostraba buena voluntad, le explicaba los modos más fáciles para llegar a ser más piadosos y para comenzar a portarse como Dios quiere. Desde la mañana hasta el anochecer estaba enseñando catecismo a los niños, visitando y atendiendo enfermos en los hospitales, y llevando grupos de gentes a las iglesias a rezar y meditar. Pero al anochecer se retiraba a algún sitio solitario a orar y a meditar en lo que Dios ha hecho por nosotros. Muchas veces pasó la noche entera rezando.
A los 34 años todavía era un simple seglar. Pero a su confesor le pareció que haría inmenso bien si se ordenaba de sacerdote y como había hecho ya los estudios necesarios, aunque él se sentía totalmente indigno, fue ordenado de sacerdote, en el año 1551.Y apareció entonces en Felipe otro carisma o regalo generoso de Dios: su gran don de saber confesar muy bien. Ahora pasaba horas y horas en el confesionario y sus penitentes de todas las clases sociales cambiaban como por milagro. Leía en las conciencias los pecados más ocultos y obtenía impresionantes conversiones. Con grupos de personas que se habían confesado con él, se iba a las iglesias en procesión a orar, como penitencia por los pecados y a escuchar predicaciones. Así la conversión era más completa.
San Felipe quería irse de misionero al Asia pero su director espiritual le dijo que debía dedicarse a misionar en Roma. Entonces se reunió con un grupo de sacerdotes y formó una asociación llamada el "Oratorio", porque hacían sonar una campana para llamar a las gentes a que llegaran a orar. El santo les redactó a sus sacerdotes un sencillo reglamento y así nació la comunidad religiosa llamada de Padres Oratorianos o Filipenses. Esta congregación fue aprobada por el Papa en 1575.
El 25 de mayo de 1595 su médico lo vio tan extraordinariamente contento que le dijo: "Padre, jamás lo había encontrado tan alegre", y él le respondió: "Me alegré cuando me dijeron: vayamos a la casa del Señor". A la media noche le dio un ataque y levantando la mano para bendecir a sus sacerdotes que lo rodeaban, expiró dulcemente. Tenía 80 años.
Fue declarado santo en el año 1622 y en Roma lo consideraron como a su mejor catequista y director espiritual.
Lecturas de la liturgia
Primera Lectura: I Pedro 1,3-9
"No habéis visto a Jesucristo, y lo amáis; creéis en él, y os alegráis con un gozo inefable"
Salmo Responsorial: 110
"El Señor recuerda siempre su alianza"
Evangelio: Marcos 10,17-27
"Vende lo que tienes y sígueme". Jesús llama a tomar un proyecto de vida que compromete toda nuestra existencia.
Oración universal:
Recordando la alegría y la entrega de San Felipe Neri, invoquemos al Señor:
-Por todos los catequistas y quienes educan a nuestros niños, roguemos al Señor.
-Por los evangelizadores que se dedican a llevar la Buena Nueva a los ambientes sociales de hoy día, roguemos al Señor.
-Por todos los niños, para que el Señor los conserve siempre en el buen camino, roguemos al Señor.
-Por la Iglesia Universal, llamada a sembrar semillas de esperanza y alegría, como lo hizo San Felipe Neri, roguemos al Señor.
Dios de bondad infinita, que auxilias nuestra pequeñez más allá de lo que podemos imaginar, concédenos las gracias que te pedimos. Por Cristo, nuestro Señor.
Martes, 27 de Mayo de 2008 VIII Semana del Tiempo Ordinario
Santoral
San Agustín, Arzobispo de Canterbury
Fue el jefe de la expedición apostólica que tuvo como misión la evangelización de la Inglaterra anglosajona, partiendo de Roma en el año 596. Los misioneros desembarcaron en la isla de Thanet, gobernada por el Rey Etelberto de Kent, quien les ofreció una casa en Canterbury y les dio permiso para predicar el cristianismo a sus súbditos, logrando muchas conversiones, incluso la del mismo rey. San Agustín reconstruyó en Canterbury una antigua iglesia, que constituyó el primer núcleo de la Basílica Metropolitana y del futuro monasterio de "Christ Church". Fuera de las murallas de la ciudad, fundó dos monasterios más: San Pedro y San Pablo. El santo pasó sus últimos años empeñado en difundir y consolidar la fe en el reino de Etelberto e instituyó las sedes de Londres y Rochester. El 26 de mayo del año 605, San Agustín pasó a recibir el premio celestial.
Lecturas de la liturgia
Primera Lectura: I Pedro 1,10-16
"Predecían la gracia destinada a vosotros; por eso, controlaos bien, estando a la expectativa". Los ángeles ansían conocer lo que ha sido revelado a los seres humanos.
Salmo Responsorial: 97
"El Señor da a conocer su victoria"
Evangelio: Marcos 10,28-31
"Recibiréis en este tiempo cien veces más, con persecuciones, y en la edad futura, vida eterna". La entrega a Jesús y su evangelio siempre da mucho fruto.
Oración universal:
-Por todos los seres humanos que trabajan en condiciones inhumanas y opresivas, roguemos al Señor.
-Por nosotros, que hemos recibido la buena nueva, para que la compartamos con generosidad, roguemos al Señor.
-Por todos los que sufren por anunciar el Reino de Dios, roguemos al Señor.
-Por el Santo Padre, Benedicto XVI y por todos los obispos del mundo, roguemos al Señor.
Padre bondadoso, acudimos al trono de tu misericordia para implorar las gracias que necesitamos para servirte mejor. Por Cristo nuestro Señor.
Miércoles 28 de Mayo de 2008 VIII Semana del Tiempo Ordinario
Lecturas de la liturgia
Primera Lectura: I Pedro 1,18-25
"Os rescataron a precio de la sangre de Cristo, el Cordero sin defecto".
Salmo Responsorial: 147
"Glorifica al Señor, Jerusalén"
Evangelio: Marcos 10,32-45
"Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado". Jesús asume su misión y su responsabilidad como salvador del mundo, pero lo hace sin miramientos ni fanfarrias.
Oración universal:
Tomando como modelo el ejemplo de Jesús, pongamos nuestras vidas al servicio del plan de salvación.
-Por todos los fieles cristianos, para que asuman su misión y responsabilidad en el mundo, a ejemplo de Jesús, roguemos al Señor.
-Por una conciencia cada vez más profunda del don de la salvación, roguemos al Señor.
-Para que reconociéndonos como hijos e hijas amados de Dios, adoremos al Cordero sin defecto, por Cristo nuestro Señor.
-Por la paz del mundo, la liberación de los oprimidos y la salud de los enfermos, roguemos al Señor.
Te bendecimos Padre, Dios de salvación, por la gracia de la redención que nos entregas por tu Hijo en el Espíritu Santo. Amén.
Jueves, 29 de Mayo de 2008 VIII Semana del Tiempo Ordinario
Santoral
San Maximino, Obispo
Maximino nació al comienzo del siglo IV en Poitiers (Aquitania), al sudoeste de la antigua Galia. Fue elegido obispo de Tréveris en el año 332. Perturbaba en aquel tiempo en la Iglesia el arrianismo, doctrina que negaba la unidad y consustancialidad en las tres personas de la santísima Trinidad. En el año 345, Maximino concurrió al concilio de Milán, donde los arrianos, cuyo jefe era Eusebio de Nicomedia, fueron otra vez condenados. Considerado indispensable para cimentar la paz de la Iglesia celebrar un nuevo concilio ecuménico, Maximino lo propuso al emperador Constante; éste, hallándolo conveniente, escribió a su hermano Constantino, concertándose para tal reunión la ciudad de Sárdica (hoy Sofía, capital de Bulgaria). Vuelto a su Iglesia, Maximino hizo frente a las necesidades, socorriendo a los pobres. Su familia residía en Poitiers y allá fue a visitarlos, pero murió al poco tiempo en esa ciudad, en el año 349. La fecha de hoy recuerda la traslación de sus reliquias a Tréveris.
Lecturas de la liturgia
Primera Lectura: I Pedro 2,2-5.9-12
"Vosotros sois un sacerdocio real, una nación consagrada, para proclamar las hazañas del que os llamó". Todos formamos el templo del Espíritu, cada cual cumpliendo con su misión personal.
Salmo Responsorial: 99
"Entrad en la presencia del Señor con vítores"
Evangelio: Marcos 10,46-52
"Maestro, haz que pueda ver". La fe del ciego Bartimeo le permitió ver lo que tenían vista no podían ver. Confiesa a Jesús como Mesías.
Viernes, 30 de Mayo de 2008 Sagrado Corazón de Jesús
Los Santos Padres muchas veces hablaron del Corazón de Cristo como símbolo de su amor, tomándolo de la Escritura: "Hemos de beber el agua que brotaría de su Corazón... cuando salió sangre y agua" (Jn 7,37; 19,35). En la Edad Media comenzaron a considerarle como modelo de nuestro amor, paciente por nuestros pecados, a quien debemos reparar entregándole nuestro corazón (santas Lutgarda, Matilde, Gertrudis la Grande, Margarita de Cortona, Ángela de Foligno, San Buenaventura, etc.).
En el siglo XVII estaba muy extendida esta devoción. San Juan Eudes, ya en 1670, introdujo la primera fiesta pública del Sagrado Corazón. En 1673, Santa Margarita María de Alacoque comenzó a tener una serie de revelaciones que le llevaron a la santidad y la impulsaron a formar un equipo de apóstoles de esta devoción. Con su celo consiguieron un enorme impacto en la Iglesia.
Se divulgaron innumerables libros e imágenes. Las asociaciones del Sagrado Corazón subieron en un siglo, desde mediados del XVIII, de 1.000 a 100.000. Unas 200 congregaciones religiosas y varios institutos seculares se han fundado para extender su culto de mil formas. El Apostolado de la Oración, que pretende conseguir nuestra santificación personal y la salvación del mundo mediante esta devoción, contaba ya en 1917 con 20 millones de asociados. Y en 1960 llegaba al doble en todo el mundo. "
La Europa oficial rechazó el Corazón de Cristo y en seguida fue asolada por los horrores de la Revolución francesa y de las guerras napoleónicas. Pero después de la purificación, resurgió de nuevo con más fuerza que nunca. En 1856 Pío IX extendió su fiesta a toda la Iglesia. En 1899 León XIII consagró el mundo al Sagrado Corazón de Jesús (Ecuador se sabía consagrado en 1874).
Lecturas de la liturgia
Primera Lectura: Deuteronomio 7,6-11
"El Señor se enamoró de vosotros y os eligió". Por puro amor, Dios llama a la existencia y por puro amor conserva a su pueblo elegido.
Salmo Responsorial: 102
"La misericordia del Señor dura siempre, para los que cumplen sus mandatos"
Segunda Lectura: I Juan 4,7-16
"Dios nos amó". El amor de Dios por nosotros es la razón que fundamenta nuestro amor por los demás, pues no podemos decir que amamos a Dios si no amamos a los hermanos.
Evangelio: Mateo 11,25-30
"Soy manso y humilde de corazón". La mansedumbre de Jesús destaca como la cualidad más importante de su servicio.
Oración universal:
En esta fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, pidamos al Señor la fuerza para amar como él amó:
-Por todos nosotros, para que meditando frecuentemente en el amor comprometido de Dios, respondamos con generosidad a su llamado, roguemos al Señor.
-Por quienes tienen falta de amor en sus vidas, para que con el apoyo de los hermanos y hermanas, puedan descubrir el inmenso amor de Dios, roguemos al Señor.
-Por las víctimas del desamor en la sociedad, víctimas de la guerra, la violencia, la criminalidad, el maltrato y todo lo que oprime al ser humano, roguemos al Señor.
-Por nosotros, para que a partir de nuestra experiencia del amor que Dios nos tiene podamos dar testimonio de ese amor, roguemos al Señor.
Pedimos, Padre, mediante el Sagrado Corazón de tu Hijo, Jesús, que nos concedas conocer tu amor y nos ayudes a darlo a conocer. Por el mismo Cristo, nuestro Señor.
31 de mayo de 2008 Fiesta de la Visitación de María a su prima Santa Isabel
Luego que María Santísima oyó del ángel Gabriel que su prima Isabel también esperaba un hijo, se sintió iluminada por el Espíritu Santo y comprendió que debería ir a visitar a aquella familia y ayudarles y llevarles las gracias y bendiciones del Hijo de Dios que se había encarnado en Ella. San Ambrosio anota que fue María la que se adelantó a saludar a Isabel puesto que es la Virgen María la que siempre se adelanta a dar demostraciones de cariño a quienes ama. Por medio de la visita de María llevó Jesús a aquel hogar muchos favores y gracias: el Espíritu Santo a Isabel, la alegría a Juan, el don de Profecía, etc., los cuales constituyen los primeros favores que nosotros conocemos que haya hecho en la tierra el Hijo de Dios encarnado. San Bernardo señala aquí que desde entonces María quedó constituida como un "Canal inmenso" por medio del cual la bondad de Dios envía hacia nosotros las cantidades más admirables de gracias, favores y bendiciones.
Además, nuestra Madre María recibió el mensaje más importante que Dios ha enviado a la tierra: el de la Encarnación del Redentor en el mundo, y en seguida se fue a prestar servicios humildes a su prima Isabel. No fue como reina y señora sino como sierva humilde y fraterna, siempre dispuesta a atender a todos que la necesitan. Este fue el primero de los numerosos viajes de María a ayudar a los demás. Hasta el final de la vida en el mundo, Ella estará siempre viajando para prestar auxilios a quienes lo estén necesitando. También fue la primera marcha misionera de María, ya que ella fue a llevar a Jesús a que bendijera a otros, obra de amor que sigue realizando a cada día y cada hora. Finalmente, Jesús empleó a su Madre para santificar a Juan Bautista y ahora ella sigue siendo el medio por el cual Jesús nos santifica a cada uno de nosotros que somos también hijos de su Santa Madre.
Primera Lectura: Sofonías 3, 14-18ª
"El Señor será el rey de Israel dentro de ti". El profeta Sofonías anuncia el día glorioso del Señor, que habite entre nosotros.
Salmo Responsorial: 12
"El Señor ha hecho maravillas con nosotros"
Evangelio: Lucas 1, 39-56
"¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a verme?". La visitación de María a su prima Santa Isabel es ocasión para celebrar las grandezas del amor de Dios y el destino y misión de María, Madre de los creyentes.
Oración universal:
Por intercesión de la Virgen María, quien visita a su prima en su necesidad y se dispone a servirle, invoquemos la ayuda de Dios.
-Por todos nosotros, para que con espíritu generoso acudamos al servicio de los necesitados, roguemos al Señor.
-Por todas las mujeres en cinta, para que el Señor bendiga el futuro fruto de sus vientres, roguemos al Señor.
-Por todos los niños no nacidos, los que están amenazados por el aborto, y quienes sufren de enfermedades desde el vientre, roguemos al Señor.
-Por todos nosotros, que reconocemos a María como Madre del Señor, para que podamos imitar sus virtudes y seguir su camino de servicio a Cristo, roguemos al Señor.
En tu sierva, la Virgen María, nos has dado, Señor, un modelo del verdadero discípulo de Cristo, Ayúdanos con tu gracia a seguir a Jesús como ella lo siguió. Lo pedimos por el mismo Cristo nuestro Señor.
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